Cuando fundo mi ciudad, corrijo la arena. Después corrijo la ciudad. Y de corrección en corrección marcho hacia Dios.
(Antoine de Saint Exupery)

martes, 24 de noviembre de 2020

Goteras

En esta extraña noche

en la que los recuerdos,

sentados en mi ventana, 

se desperezan,

estimo que apenas son pájaros

que deberían volar.


No son cosa mía.

 

Mientras,

en la entrada se agolpan planes.

Pacientes y gastados algunos,

aún antes de su estreno.

Y pienso que son solo plantas

que crecen a la vera del camino.


Tampoco son cosa mía.

 

Adentro llueve siempre.

No atino a dar con las goteras,

parece que el techo se burla de mí,

sus tejas inquietas y los tragaluces

nunca duermen.

Igual que los recuerdos.

 

Animo a éstos a levantar vuelo:

“la luna está tan hermosa 

con ese vestido plateado

que quién no querría habitarla”, 

les digo.

Ellos,  

sin embargo, 

me ignoran.

 

Qué me importa.

 

Intento salir,

pero casi no puedo pasar

entre tantos planes hacinados contra la puerta.

Se ven en tan malas condiciones

que me dan pena.


“Déjanos entrar”, suplican.

 

Ahora mismo nada puedo hacer,

me urge terminar con las goteras.

 

“Déjanos entrar”, 

insisten lastimeramente.

 

Agotada 

a causa de la lluvia interna,

les permito el ingreso.

 

Entonces sucedió algo extraordinario:

Los planes se adueñaron del interior,

lo secaron y renovaron  todo.

invitaron a volar a los recuerdos

y, a los que no pudieron,

les prodigaron refugio en el pasado

con la clara advertencia 

de que en el presente no hay sitio para ellos.

 

“Dios, ¡qué maravilla!”.


Aunque todavía está el problema de las goteras

que son la única cosa mía.

 

Los planes rieron descaradamente

ante mi bizca consideración.

 

¿Qué goteras?


10 comentarios:

  1. Muy bien.Los planes te solucionaron el problema de todo, incluido las goteras, pero ten cuidado porque se pueden adueñar de tus recuerdos, de los buenos y de los malos y no hay que permitirlo.
    Me ha gustado mucho esa metáfora en forma de poesía.
    Un abrazo

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    1. Hola Jesús. Gracias por leerme y por tus palabras. Me gusta esa mirada tuya de que no hay que permitir a los planes adueñarse de los recuerdos. Es un delicado equilibrio.

      Gracias de nuevo.

      Un beso.

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  2. planear, recordar, vivir ,escribir, amar y también sufrir
    bella tu entrada

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  3. Hola Recomenzar. Muchas gracias por tus apreciaciones. Un gusto verte por acá.

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  4. ¡Precioso, vivan los planes!
    Es como un cuento, muy simbólico. Se lee muy bien, con interés y frescura, y trasmite mucho. Tienes un estilo exquisito.

    Besos :)

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  5. Muy buen relato de la necesidad de estar en el presente. Veo optimismo en la intención. Me gusta mucho.

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  6. La autora pinta un momento de decisión :acurrucarse en los recuerdos quedando estática ante el futuro o echarse a volar con planes y proyectos que inundan su alma de algarabía genuina
    Con metáforas magistrales da vida a las personificaciones de esta antinomia
    Es la dicotomía existencial del sublime momento en que pese a su llanto interno puede volcarse a lo que vendrá,dejando atrás ,dentro de una caracola de silencios su pasado
    El poema da cuenta de la versatilidad y maestría de alguien ,que con pocas palabras,puede pintar su paisaje interno ,dejando atónito al que lee.

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    1. Hola, María Teresa.

      ¡Madre mía, qué maravilla de comentario!

      Teresa, me siento honrada de que el poema te haya inspirado tales reflexiones; tus palabras no son sino filosofía poética de un rango que no creo merecer.

      "Dejando atrás, dentro de una caracola de silencios, su pasado", dices. Y yo enmudezco.

      Felicidades a tu poeta escondido, amiga.

      Mil gracias.

      Un besote.

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