El viento nocturno
barre la luz del sol
y enmudezco,
reducida a la inclemencia
de estrellas congeladas.
Llevo contadas mil y una
noches de hastío.
Mil y una noches de condenas.
Me pregunto si el averno
ha montado una estafa
premeditada y descomunal,
si será puñado de escarcha
esa sentencia que me arrojó
a las emboscadas del desierto,
forzando puniciones.
¿Cómo se desaprende el cautiverio
bajo la embriaguez de un intervalo
que es espada arbitraria
extendida en la arena?
Mil y una noches de
apariciones
y desapariciones esclavizan
los despeñaderos de mi alma.
Siento el despojo infinito
de antiguos juegos de pelota,
mas no percibo el sacrificio.
Desvarío,
cortejando un espejismo,
otrora oasis redentor,
que se desvanece airado
en las sombras del silencio.
Me vuelvo prisionera
de pausas que lastiman.
Así, me desposa el penitente
de un templo provisorio.
Recorro sus aposentos
arrastrando el peso inaudito
de un amor reclamativo.
Pero soy la que pasa.
Me descalzo de lágrimas
tardías,
retomo el camino al principio.
Noche y día
duermen en mi huella.
Las hostilidades del mundo
van quedando lejos,
fundidas en ansias de poder,
en impaciencia de controles,
en ritos de vigilar y
castigar.
Noche y día
Despiertan en mis pies,
absuelven la venda de mis
ojos.
Soy la que pasa.
Eres la que pasa, pero buena huella escrita dejaste.
ResponderEliminarUn saludo.
Hola, Alfred.
Eliminar¡Gracias!
Un beso.
La compasión no puede desaprenderse... Se lleva dentro...
ResponderEliminar¡Menudo poemazo! Haces un recorrido por esas noches de condena, como un ángel arrancado de su cielo y lanzado a la turbiedad del suelo, prisionero a esas pausas que condenan, contando las noches de hastio, entre estrellas congeladas...
Finalmente, una actitud externa, como si el ser verdadero sobrevolora la realidad, absuelve esa venda de los ojos, y con sabiduría original se va dejando lejos el mundo hostil.
Burdo resumen el que te he hecho, y seguro que lejos de muchos más significados..., pero quería insistir en la fuerza desgarrada y la tristeza maravillosa de tus imágenes poéticas.
Felicidades por tan gran poema, que me ha sonado a elegía de paraíso perdido.
Un abrazo de luces y soles
Hola, Volarela.
ResponderEliminarNada burdo es tu resumen, aunque más que resumen es un conjunto de observaciones poéticas con fuerza propia y me encanta esta clase de comentarios -debo decirte- donde la inspiración es de ida y vuelta.
Gracias por tus palabras. Y por ese abrazo soleado. Otro para vos.
ResponderEliminarUn poeta escribe con la tinta inagotable de su corazón, y plasma lo que en su alma acontece o se hace sentir en él. Plasma sentimientos, emociones, pensamientos, inquietudes, hasta logra plasmar lo que un hombre ajeno a su ser siente. No es algo que se aprende y se perfecciona, es algo con lo que ya se nace.
Hola, Mucha.
EliminarBienvenida a este sitio y muchas gracias por tus palabras.
Un beso.
Hola, Mónica.
ResponderEliminarLa soledad, la angustia y el desespero se alejan con las estrellas ,allá a lo lejos, al menos durante un rato.
Tu poema es el desahogo y la indignación al mismo tiempo. Como dice Voralela un poemazo.
Me ha gustado mucho.
Un abrazo
Hola, Jesús.
EliminarSoledad, angustia y desespero son sendas que a veces nos toca recorrer, pero pasan o nosotros pasamos de ellos en algún momento, tal como apuntas. Muchas gracias por tus palabras.
Un beso.
Preciosas palabras, llenas de sentimiento. Un beso enorme y feliz día.
ResponderEliminarHola Rocío. Gracias por pasar y dejar tu impresión. Un beso..
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